jueves, 19 de noviembre de 2009

Adicción al celular

Una estudiante envía un SMS. (Foto: Pablo Requejo)


Dos niños de 12 y 13 años de Lleida están recibiendo tratamiento por su adicción al teléfono móvil y al programa de mensajes inmediatos a través de Internet -'Messenger'-, según ha confirmado la directora del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Lleida, Maite Utgés.

"Llegaron por su adicción al Messenger pero vimos que también tenían adicción al móvil", afirmó Utgés, que aclaró que el trastorno de conducta de los niños había provocado su fracaso escolar.

Uno de ellos lleva tres meses y otro siete en un tratamiento que durará por lo menos dos años, según la directora, que apuntó que ambos tenían teléfono desde un año y medio antes de acudir al centro, sin control por parte de los padres. De hecho, uno de ellos aprovechaba las propinas de los familiares para recargar la tarjeta.

El centro de Lleida está tratando en total a 20 niños y jóvenes por su adicción a Internet de los que 17 tienen adicción al 'Messenger'. Los pacientes tratados en el centro presentan un uso de entre cinco y seis horas diarias de móvil, que puede ser superior en periodos de vacaciones. "Cuando alcanzan tales niveles de dependencia no es fácil dejarlo de repente", declara Maite Utgés.

La terapia incide en el trabajo en familia y ofrece recomendaciones para cambiar de hábitos. Los expertos añaden que los jóvenes no deberían tener móvil hasta los 16 años, aunque la edad de adquisición actualmente se sitúa entre los 12 y los 14.

Un reciente estudio ya alertaba de este 'enganche' de los adolescentes y señalaba que los chicos que más utilizan los móviles tienen más riesgo de sufrir alteraciones del sueño, estrés y fatiga, además de problemas de atención.
Un problema creciente

El de Lleida no es un caso aislado ni mucho menos. Los últimos informes de la Agencia Antidroga señalan que en torno al 10% de los adolescentes madrileños es adicto al móvil o al Messenger.

Los primeros casos en los que fue necesario tratar la dependencia que genera la satisfacción inmediata de los deseos -que es lo que provocan estas nuevas tecnologías- aparecieron en 2005. Varios jóvenes comenzaron terapia en a organización Proyecto Hombre de Valencia. Desde entonces, la actualidad informativa ha estado salpicada de casos similares, la mayor parte en menores de edad, como el caso de los adolescentes leridanos.

Como explica a elmundo.es el doctor José Martínez Raga, especialista en adicciones, es probable que los casos que acuden en busca de ayuda profesional sean sólo "la punta del iceberg" de un problema creciente.

"Yo veo en el colegio de mis hijos a niños de seis años con móvil, y a esa edad es imposible que tengan responsabilidad sobre el valor del dinero", asegura. "Cualquier cantidad que se gasten en el teléfono, con canciones, tonos y todo lo que implica, supera la capacidad que tienen a estas edades".

Raga considera que existe una cierta responsabilidad social y paterna ("aunque los padres han sido muy valientes en estos casos al llevarles a terapia") por la permisividad con que niños de esas edades pueden tener el aparato para uso propio. "Ahora cualquier cosa nimia, como recoger la mesa, se premia, y se ha desvirtuado el concepto de recompensa y castigo".

En cuanto a la terapia necesaria para modificar las conductas de los chicos 'enganchados' al móvil, este experto señala que hay que recurrir a técnicas conductuales, posiblemente con la participación de los padres, encaminadas a cambiar sus hábitos. "Igual que se hace con el juego, el abuso de sustancias y otras conductas compulsivas", concluye.


Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/06/13/medicina/1213369184.html

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